Desde hace algunos años, se ha puesto el foco sobre la responsabilidad individual en el cambio climático. Muchas personas aún desconocen cómo hacerlo, y eso supone todo un reto en la actualidad. Para suplir la falta de información, en este artículo te enseñaremos varias cuestiones sobre compensar la huella de carbono.
¿Cómo compensar la huella de carbono?
Todas las personas emitimos dióxido de carbono a la atmósfera como producto de nuestras actividades diarias. Por suerte, podemos contrarrestar este efecto negativo con una contribución a un proyecto de reforestación, por ejemplo. Generalmente, se realiza mediante aportaciones económicas a iniciativas de carácter medioambiental.
Pero ¿qué uso se le daría a ese dinero? Por lo general, se hace mediante una equivalencia que cada plataforma suele calcular en función de los proyectos disponibles. Entre ellos, los de reforestación son los más comunes. No olvides que los árboles pueden absorber cientos de kilos (incluso toneladas) de CO₂ y eliminan las acumulaciones de este gas presentes en la atmósfera.
¿Qué relación hay entre deforestación y huella de carbono?
Con el paso de los años, los estudios no han hecho más que reafirmar la tendencia. Si los árboles son los encargados de mitigar el exceso de CO₂, la pérdida de masa forestal agrava el problema. De este modo, una investigación publicada en la revista Nature arrojó cifras preocupantes. El retroceso de los bosques ocasionó emisiones de 5,3 gigatoneladas de CO₂ en los últimos 20 años.
Greenpeace también ofrece conclusiones que deberían hacernos pensar. El propio proceso de eliminar bosques también supone un coste añadido en forma de gases de efecto invernadero. La propia agencia calcula que supone el 23 % de los gases nocivos que llegan a la atmósfera, más incluso que el transporte mundial.
¿Qué pasa si no reduzco la huella de carbono?
Frecuentemente, muchas personas consideran que su acción individual no resultaría determinante. Si crees que son las empresas y los gobiernos los únicos que deben tomar parte, deberías darle una vuelta a esa idea. Tu papel también importa, y va incluso más allá de lo que hagas en el día a día. Sin un cambio de hábitos, te estarías perdiendo lo siguiente:
- Influir en las personas de tu alrededor (familia, amigos).
- Adoptar un estilo de vida sostenible que hereden tus descendientes.
- Ser un ejemplo en tu comunidad local o entorno laboral.
- Sumar más personas a la causa y provocar un impacto mayor.
Como puedes ver, son muchas las razones que te pueden llevar a querer reducir la huella de carbono.
¿Hay ayudas para reducir la huella de carbono?
Directamente, el Gobierno no concede subvenciones que se puedan invertir libremente en este fin. Lo que sí tienes a tu disposición son numerosos programas de descarbonización con los que puedes colaborar, incluidos los que puedes encontrar en nuestra web, con los que por muy poco dinero puedes financiar proyectos muy cerca de ti.
Otra forma muy interesante de aportar es sumarte al movimiento de electrificación de la economía. Actualmente (abril 2022), existe un plan de ayudas del Gobierno para el cambio de vehículos diesel y gasolina por uno eléctrico, por el cual puedes recibir hasta 7000 euros.
¿Qué es ser neutro en CO₂?
Este concepto también se conoce como tener una huella cero de carbono. Se trata de emitir la misma cantidad de CO₂ que se puede absorber después. Ya que es prácticamente imposible llegar a tener una huella cero únicamente cambiando de hábitos, es posible colaborar con iniciativas o destinar una parte de los ingresos a tal fin. Es decir, es el equilibrio entre el impacto ecológico y la compensación de la que hablábamos antes. Para ello, lo primero que tendrás que hacer es saber cuál es tu huella a través de una calculadora de carbono.
¿Qué estilos de vida contribuyen a tener una huella ecológica menor?
Puedes llevar a cabo numerosas prácticas para compensar tu huella. Son tantas, que no hablamos de ponerlas en marcha, sino de adoptar un nuevo estilo de vida. Se trata de un cambio en tu forma de ver el mundo que te rodea, que es bastante más frágil de lo que se creía.
Veamos una pequeña rutina que te ayudaría a «descarbonizar» tu vida gradualmente:
- Dúchate con agua fría. Es complicado al principio, pero consumirás un 80 % menos de energía.
- Sécate el pelo al aire. Se calcula que los secadores emiten 500 gramos de CO₂ por hora.
- Utiliza el transporte público. El coche genera 23 gramos por cada kilómetro que recorre.
- Modera la climatización. El 18 % de las emisiones en Europa se deben a la energía térmica.
- Tiende la ropa. Si no es posible, intenta al menos tender los trapos y la ropa interior.
Con el paso del tiempo, podrás ir adquiriendo nuevos hábitos. Nuestro consejo es que lo hagas de manera firme y decidida para crear un verdadero impacto. Se trata de lograr un cambio en tu vida y en la de quienes te rodean.
¿Cuánto tiempo nos queda para reducir la huella de carbono?
El panorama no invita precisamente al optimismo, aunque sí abre una vía que podemos aprovechar. Los científicos advirtieron hace algunos años de que las consecuencias serían irreversibles. Pero ¿cuánto nos queda para evitar que la situación siga empeorando? De acuerdo con el IPCC, de Naciones Unidas, el límite es el año 2030.
Cuando haya concluido esta década, todos deberíamos haber reducido nuestras emisiones de CO₂ en un 45 %. Sin embargo, estas deberían quedar eliminadas por completo para 2050. Parece un objetivo ambicioso, pero se vuelve necesario si tenemos en cuenta que la temperatura media aumentaría por encima de los 1,5 grados.
En definitiva, compensar la huella de carbono desde la actuación individual es posible. Gracias a las calculadoras, las subvenciones y las iniciativas, la humanidad está avanzando poco a poco. Los expertos lo tienen claro: la clave está en fomentar las pequeñas acciones para lograr un gran cambio que, según ellos, ya es urgente.
¿Tienes ideas de cómo reducir o compensar la huella ecológica? ¡Nos encantaría escucharlas en los comentarios!
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