La deforestación es una de las principales causas para la disminución de la biodiversidad. Los animales sufren ampliamente sus efectos. En este artículo vamos a mostrarte cómo les afecta y cuáles son algunas de las especies que han visto deteriorado su hábitat por este problema.

Cómo afecta la deforestación a la fauna salvaje

La pérdida paulatina del hábitat es el ejemplo más visible de este problema, lo que obliga a los animales a trasladarse a otros entornos, y en muchos casos, incluso, deben interaccionar con los humanos para conseguir comida. Esto es algo que puede apreciarse en los pueblos cercanos a las grandes ciudades, donde depredadores como los lobos cada vez son más habituales.

Cuando desaparecen los árboles, con ellos también se van los alimentos necesarios para los herbívoros. Se trata de la parte más baja de la cadena alimenticia, un escalón fundamental para que los depredadores puedan alimentarse y subsistir. Además, también se reducen las posibilidades de refugiarse, así como las fuentes de agua. Los bosques ofrecen un ecosistema con un mayor nivel de humedad ambiental y ayudan a que se conserven las especies.

Pero no todo ocurre al desaparecer los árboles. Con el tiempo, el aumento de la erosión del suelo se lleva por delante el terreno fértil que puede quedar. Esto dificulta enormemente la búsqueda de comida.

Efectos sobre el cambio climático

En el planeta, los árboles son capaces de absorber más del 25% de todo el dióxido de carbono que se emite anualmente en la atmósfera. Sin embargo, cuando comienza a reducirse su número, se produce el efecto contrario. Todo el carbono que ha sido capturado mediante la fotosíntesis vuelve a la atmósfera debido a la descomposición de los árboles. Esto únicamente perjudica aún más el delicado equilibrio de los ecosistemas y produce un mayor efecto invernadero.

Los países tropicales, sobre todo aquellos por los que transcurre la cuenca del Amazonas, ya están sufriendo los efectos. En algunos puntos de esta selva, se están perdiendo más de 500 km cuadrados cada mes. En los últimos 50 años, se ha deforestado un área superior a los 550 000 kilómetros cuadrados. El ritmo al que esto sucede aumenta cada día.

Qué especies se han visto más afectadas

La fauna salvaje es la que más sufre los efectos de la pérdida de los bosques. Sin embargo, no todos los animales se ven perjudicados de la misma forma. A continuación, vamos a darte algunos ejemplos de especies que se encuentran seriamente amenazadas por esta causa.

La cotorra colilarga

El aceite de palma se ha hecho muy común en los últimos tiempos gracias a su bajo precio. A pesar de tratarse de un alimento controvertido, la industria de las palmeras aceiteras no para de crecer, llevándose a su paso una gran cantidad de hectáreas de selva.

En Malasia, hogar de la cotorra colilarga, se han perdido ya más del 17% de los hábitats en los que este pequeño y amigable pájaro solía vivir. Esto ha provocado un drástico descenso de su población, puesto que su alimentación se hace mucho más difícil. No es el único animal perjudicado. También en esta zona del sudeste asiático viven los orangutanes, unos primates muy conocidos cuyo número disminuye cada día.

La ardilla voladora de Hagen

Estas ardillas, que conforman una subespecie que habita únicamente en Borneo y Sumatra, ha perdido ya el 70% de sus hábitats. Esta especie se encuentra más activa por la noche y hace su vida íntegramente en los árboles, desplazándose de unos a otros dando grandes saltos y planeando. Por tanto, al perder su hogar, no les queda más remedio que moverse por el suelo, siendo presa fácil para los depredadores.

Las mariposas monarca

Estos insectos crean todo un espectáculo visual cuando se disponen a hibernar. Viajan más de 5000 kilómetros desde Canadá hasta Centroamérica para pasar el invierno y reproducirse. Hace unos años, estas mariposas ocupaban más de 6 hectáreas de bosques. Sin embargo, su número ha ido decreciendo considerablemente con el paso del tiempo.

Se estima que más del 95% de las colonias han desaparecido por completo. Esto se debe a la reducción de la flora de la que se alimentan y a la desaparición de los bosques en los que habitan, situación que preocupa especialmente a los científicos, puesto que se trata de una de las especies de mariposas más populares y son fundamentales para mantener el equilibrio de sus ecosistemas.

Como has visto, la deforestación es un problema que afecta a todo tipo de animales. Grandes mamíferos y pequeños insectos sufren por igual sus consecuencias. Por ello, resulta fundamental encontrar una solución cuanto antes para parar en seco esta pérdida de ecosistemas naturales. Sin embargo, año a año el proceso sigue acelerándose debido a la acción humana y al aumento de las temperaturas producido por el cambio climático.

imagen